El sistema acusatorio de enjuiciamiento penal desde una perspectiva crítica Miguel A. Espino G.

Contiene índice.

Índice.
Capítulo I. La esperanza, o "Todos tenemos que preocuparnos del futuro porque es allí donde tenemos que pasar el resto de nuestra vida".
Capítulo II. Postulando axiomas y descifrando valores, o "Animales fieros son la gallina, la paloma y el turpial, y mansos el tigre, el león y la pantera, decía la mamá lombriz a su pequeña hija".
Capítulo III. Lo que se pierde en el camino, o "Nunca se sabe lo pronto que es demasiado tarde".
Capítulo IV. Las pruebas y el funcionamiento del sistema acusatorio, o "En teoría no existe diferencia entre teoría y práctica; en la práctica si la hay".
Capítulo V. Las pruebas de la investigación, o "Gato con guantes no caza ratones".
Capítulo VI. La impunidad en el sistema acusatorio, o El crimen paga.
Capítulo VII. El peso económico del sistema acusatorio, o "Se puede andar con una pistola cargada; se puede andar con una pistola descargada; pero no se puede andar con una pistola que no se sabe si está cargada o descargada".
Capítulo VIII. Dimensión desconocida, o ¿Dunga Dunga o Muerte?.
Capítulo IX. El sistema contra sí mismo, o "Con ruina sobre ruina, descalabro sobre descalabro, fue agravándose la confusión".
Capítulo X. Por qué el sistema acusatorio, o Cada buitre hala pa`su pico.
Capítulo XI. Cómo se resuelven los problemas, o "La experiencia es la única profecía de los sabios".
Capítulo XII. La sensatez de las normas, o "Hay razones que nos pueden".

Quizá la adopción del sistema acusatorio del derecho penal en américa Latina sea el caso más emblemático para estudiar cómo algunos trasplantes jurídicos se dan a través de procesos cascada, procesos que obedecen a un sin fin de factores y que al final del día más que generar certezas derivadas de una aceptación mayoritaria, generan incertidumbre al verificar que la implementación no ha sido del todo acorde con el proyecto. Está reflexión que sugiere la presente publicación, es sólo posible a través de un estudio de derecho comparado, y no de cualquier estudio, sino uno enfocado a una especie de sociología de la reforma penal, y es que es recurrente dejar en manos del reformador cambios sociales y culturales, y es también recurrente observar que dichos cambios jamás llegan si sólo se cambian las leyes e incluso aun creando instituciones, esta sólo podrán tener legitimidad social en la medida en que comiencen a ser operativas.